Las pizarras blancas no sólo permiten presentar materiales que se pueden fijar con un imán, sino que también se puede escribir en ellas con un rotulador previsto para ello. Esta función las convierte en un sustituto de las pizarras de tiza en las aulas modernas.
Sin embargo, una pizarra blanca no sólo tiene cabida en las aulas, sino también en las salas de reuniones. Es la herramienta ideal para sesiones rápidas de brainstorming.
