Monitores

La diagonal de la pantalla determina el tamaño del monitor. Se indica en pulgadas (″). Cuanto mayor sea el valor en pulgadas, mayor será la superficie de pantalla del monitor.

Son populares los monitores con diagonales de pantalla de 24″ a 27″. Convertido en centímetros, corresponde a diagonales de pantalla de 60 cm y 68,5 cm. Las pantallas de este tamaño son universales: para la mayoría de las aplicaciones en el ordenador de casa o en la empresa, estas diagonales de pantalla son perfectamente adecuadas.

Sin embargo, si trabajas con varios programas y quieres tener a la vista el mayor número posible de ventanas de programa y widgets al mismo tiempo, te recomendamos diagonales de pantalla mayores de 28″, por ejemplo 32″ (82 cm). Con un Monitor de PC con una gran diagonal de pantalla, también puede mantener una visión general al editar vídeos o imágenes.

Para evitar confusiones: TFT y LCD no son tipos de panel, sino tecnologías de Display. Se utilizan en casi todos los monitores. LED es una tecnología de retroiluminación que también se utiliza en todos los monitores excepto en las pantallas OLED.

Sin embargo, una pantalla LCD TFT con retroiluminación LED puede utilizar uno de los tres tipos de panel: TN (Twisted Nematic), VA (Vertical Alignment) o IPS (In-Plane Switching).

La diferencia entre estos tipos de panel se basa en la alineación de los cristales líquidos en una pantalla LCD. Las distintas alineaciones influyen simultáneamente en varias propiedades de un Monitor: algunas negativamente, otras positivamente.

La resolución de pantalla de un monitor de PC está estrechamente relacionada con su relación de aspecto. Por ejemplo, un monitor Full HD (1920 x 1080) tiene un formato de 16:9, un monitor 4K (4096 x 2160) y un monitor WQHD (2560 x 1440) lo mismo. En cambio, un monitor con una resolución de 2560 x 1600 (WQXGA ) tiene un formato ligeramente superior, de 16:10.

Esto tiene que ver con el hecho de que el formato de un monitor se adapta a su resolución nativa, es decir, óptima. Dicho de forma más sencilla: la proporción entre imagen y marco debe ser la correcta. Porque así se conservan las proporciones y la calidad de la imagen.

Por supuesto, también puedes jugar con una resolución superior a la nativa en cualquier monitor, siempre que tu tarjeta gráfica admita esta configuración. Sin embargo, no lo recomendamos. Una resolución más alta en una pantalla que no está diseñada para ello puede, en determinadas circunstancias, hacer que la fuente y los símbolos del escritorio, por ejemplo, aparezcan demasiado pequeños y posiblemente borrosos. Esto cansa la vista y a menudo provoca dolores de cabeza.

Además de los formatos mencionados, también disponemos en nuestra gama de monitores en formatos especiales, por ejemplo, el formato 21:9. Los formatos especiales ofrecen una mayor superficie de trabajo: las mesas grandes, varias herramientas y ventanas de aplicaciones pueden disponerse con claridad en una sola pantalla. Una alternativa práctica a la solución de dos pantallas.